Sigur Ros.
Pienso en él en estos días de erupciones, nubes volcánicas y vuelos cancelados.
Me lo hizo descubrir un ex-lover, de hace mucho tiempo ya.
Era muy lindo hacer el amor con Sigur Ros como banda sonora, muy sutil y suave.
Pienso en cuando me fui a Islandia.
Cuando escalé la montaña de la cascada más alta del país y me torcí el pie.
Cuando me metí desnuda en la Laguna Azul, una especie de balneario geotérmico natural rodeado de campos de lava y playas arenosas.
Cuando me la crucé a Björk en el sótano de un bar, en el barrio más bohemio de Reykjavik. Cuando me brotó un eccema en la mejilla y me daba tanta vergüenza que me tapaba con un pañuelo palestino.
Yo tenía 16 años.
Heimurinn var að bíða eftir mér.
(The world was waiting for me)
Sigur Rós – Glósóli from Sigur Rós on Vimeo.